El Señor de los Milagros, una devoción que cura almas

IC foto/Laura Vallejo

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El padre Francisco Pires, párroco de la Igelsia de San Pedro y San Pablo en West Valley, bendijó a la imágen del Señor de los Milagros antes de iniciar la procesióm .

WEST VALLEY — Cada año en el mes de octubre cientos de miles de devotos del Señor de los milagros participan en las diferentes procesiones en su honor por las calles de Lima en Perú.

En Utah un grupo de hombres y mujeres integran la Hermandad del Señor de los Milagros. Este grupo cada año organiza una procesión honrando al Santo.

La Hermandad está formada por voluntarios que lle-van diferentes papeles como el de cargadores, ahumadoras y cantantes. Hombres, mujeres y niños se visten con una túnica especial de color morado como símbolo de su devoción y respeto por el Santo. Los cargadores llevan la imágen del Señor de los Milagros durante la procesión, las ahumadoras son las mujeres encargadas del incienso para las festividades.

La Diócesis Católica de Salt Lake City ha apoyado y reconocido a este grupo desde septiembre del 2012.

Este año la celebración local se realizó el 21 de octubre en la parroquia de San Pedro y San Pablo en West Valley City.

Las personas se reunieron para primero celebrar la Santa Misa para después realizar una procesión y una celebración en honor al Santo.

“La importancia de celebrar como Católicos hispanos y peruanos aquí en Utah es ya que necesitamos mantener vivas nuestras tradiciones y costumbres, nuestras tradiciones religiosas son muy importantes,” dijo Christian Choy, capataz de la Hermandad del Señor de los Milagros.

Choy ha sido devoto del Señor de los Milagros desde muy pequeño cuando vivía en Perú. Su devoción se solidificó y se hizo más grande cuando la vida le presentó un evento que lo devastó.

“Sufrí mucho y me acerqué a el más y Él cambió mi vida así es que esto es solo una manera de agradecerle cada año mediante mi participación en las procesiones y devociones,” dijo Choy.

El evento al que se refería fue el hecho de que hace dos años su padre tuvo que pasar por una cirugía mayor en la que perdió la mitad de su corazón por lo que los doctores lo desahuciaron y les dijeron que ya no había nada más que hacer más que esperar a que falleciera.

“Puse su vida en sus manos... Es algo que no puedo expresar con palabras, pero hoy mi papa sigue aquí con nosotros... Le debo su vida al Señor de los Milagros,” dijo Chong agregando que “en estos tiempos cuando tantas cosas malas están pasando, incendios, terremotos, ba-laceras... Hay muchas personas que están cambiando su forma de ver la religión, están comenzando a acercarse o a regresar a ella así que esta es una manera de que vean que nuestro Señor nos ama a todos por igual,” dijo Chong.

“Llevo viviendo en Utah tres años y no tenía idea de que esta celebración se estaba llevando acabo aquí,” dijo Pamela Torrejon, quien es originaria de Perú y ahora vive en Springville.

“Mi devoción a Él es realmente fuerte ... Desde muy pequeña he visto como mi familia le es muy devota,” dijo ella.

Cuando uno de sus primos nació le dio neumonía y casi fallece, pero su abuela le pidió a todos que le rezaran al Señor de los Milagros.

“Mi abuela le prometió al Señor de los Milagros que cada mes de octubre se iba a dedicar a El sí curaba a mi primo y lo hizo... Desde entonces mi familia ha sido muy devota,” dijo Torrejon quien estaba realmente feliz de poder participar en la celebración en Utah.

Esta celebración es la festividad más grande de los católicos en Perú y es una de las procesiones más grandes en el mundo.

El nombre de ‘El Señor de los Milagros’ se originó cuando después de un masivo terremoto en Lima en el siglo 18, este destruyó la mayoría de la ciudad pero dejó al mural de pie.