Feligrés de St. Mary rescata cápsula del tiempo

Friday, Jan. 18, 2019
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By Laura Vallejo
Intermountain Catholic

Laura Vallejo

Intermountain Catholic

WEST HAVEN — En el año 1945 el Reverendísimo Duane G. Hunt, quinto Obispo de Salt Lake City, dedicó un edificio ubicado en la calle  22nd Street en Ogden como la Misión de Santa Maria.

Esa fue la semilla de lo que ahora es la Iglesia Católica de Saint Mary en West Haven.

En 1955, el padre Neale Herrlich, S.J.  Se reunió con el padre Louis Kern S.J. de la Provincia de California de la Sociedad de Jesús, para juntos hacerse cargo de la misión así como para dar clases en la preparatoria Católica de Saint Joseph.

Un año más tarde, el 10 de octubre de 1956, la construcción de la Iglesia de St, Mary en Ogden comenzó y el 8 de septiembre de 1957 el Obispo Hunt constituyó canónicamente la parroquia y se realizó la ceremonia de dedicación.

Los años pasaron y la congregación creció, la necesidad de una nueva parroquia se hizo tangible. El 8 de junio del 2008, el Reverendísimo John C, Wester, noveno Obispo de Salt Lake City, dedicó la nueva Iglesia de St. Mary ahora ubicada en West Haven.

Charlie Duran casi todos los días pasa por la antigua locación de la anterior Iglesia de St. Mary, ya que él vive en Roy. Un pensamiento siempre presente en él fue que había una cápsula del tiempo enterrada por los Jesuitas en ese antiguo edificio.

“Siempre me había molestado que la piedra angular [del antiguo edificio] nunca había sido removida y me preguntaba por qué.” dijo Duran.

Un día él, quien asiste a Misa tanto en St. Mary como en la parroquia de Santa Rosa de Lima en Layton, se acercó       al padre Gustavo Vidal, párroco de Saint Mary, y le pidió permiso para remover la antigua piedra angular y transportarla a la nueva parroquia.

“Le pregunté si él me daba su OK y dijo que ‘Si’. Encontré a una persona para removerla y busqué el contacto correcto de los dueños del edifico. Ya que este había pasado a diferentes dueños,” dijo Duran, quien decidió vencer el reto.

Durante meses buscó a los dueños del edificio tratando de establecer contacto con ellos. Finalmente lo logró y estableció una cita, lo cual también resultó difícil de concretar debido a los horarios.

“Fue un ir y venir hasta que finalmente nos sentamos a platicar, él se impresionó mucho con mi acercamiento para remover la piedra angular,” dijo Duran.

El edificio actualmente es un centro de rehabilitación para adiciones de drogas y alcohol. El dueño le preguntó a Duran porque tenía tanto interés en la piedra angular. Cuando Duran le dijo que él pensaba que había una cápsula del tiempo detrás de este, el hombre aceptó que esta fuese removida, pero puso la condición de que Duran tenía que reemplazarla con una réplica. Duran le preguntó el porqué de tal solicitud, la respuesta fue que muchas personas que llegaban al lugar al ver la piedra angular recordaban eventos familiares tales como la boda de sus padres en ese lugar, su primera Comunión o haber asistido a algún bautizo e inclusive haberse casado en lo que fue la antigua Iglesia, y ese era lo primero que le decían cuando se sentaban a platicar.

“Ese es el primer paso [para su rehabilitación], y si tan solo fuese una persona a la que se ayuda decidí que iba a encontrar como hacer una réplica de la piedra angular,” dijo Duran.

Con la réplica finalmente lista, llegó el tiempo para remover la antigua piedra angular.

“Cuando metí mis manos por un hoyo que habíamos hecho en la pared la sentí.... Vi que sí había una cápsula del tiempo y me sentí más feliz que nunca,” dijo Duran agregando que el haber sido la primera persona en tocar la cápsula lo hizo sentir muy feliz.Duran le presentó la cápsula al padre Vidal, quien la abrió. En su interior se encontraron diversos objetos de cuando los padres Jesuitas estaban a cargo de la parroquia y de cuando la misión fue fundada, así como objetos tales como “una lista de las personas presentes en la dedicación de la parroquia, recortes de artículos de periódico que describían las colectas, una foto una medalla de San Ignacio de Loyola, entre otras cosas más,” dijo el padre Vidal.

El abrir la cápsula “fue una conexión con el pasado. El cual fue la base de la parroquia. Fue una oportunidad de conectarse con las familias, parejas, jóvenes, niños, etc... del pasado, los fundadores de esta comunidad cristiana,” dijo el padre Vidal.

Todos los objetos encontrados en la cápsula se encuentran en la Rectoría de St. Mary.

“Esa era mi misión. Ahora sé que en mi corazón tenía que encontrar la manera de traerla a su casa cuando la llevé a la nueva iglesia en West Haven,” dijo Duran agregando que ahora siente una gran satisfacción.

“Siento que he cumplido un gran cometido, no solo algo importante para mí, sino también algo importante para mi religión. Y para los feligreses, ya que no sé si yo no hubiese tenido la iniciativa si alguien más lo hubiese hecho,” dijo Duran.

“Si el Buen Señor me permite hacer algo, pues lo haré.”

El padre Vidal dijo que se planea que el contenido de la cápsula del tiempo serán presentados en la parroquia.  “Vamos a construir un monumento para ponerlos allí.”

 

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