La familias ensambladas aprenden acerca de sus retos

Friday, Jul. 03, 2009
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Parte del personal de Centro de la Familia de Utah y miembros de las 11 familias ensambladas que tomaron el currículo Smart Steps ofrecido se reúnen después de su última clase en la parrroquia de San Felipe en Wendover el 2 de abril. 

WENDOVER — Ser padre de familia no es nada fácil.

"En el momento en el que uno se convierte en padre, uno tiene la responsabilidad, la obligación de educar al hijo, de formarlo y hacer de él una persona completa, de bien", dijo el padre Germán Umaña, pastor de la parroquia de San Felipe en Wendover.

A eso se debe el dicho "Padre no es el que engendra sino el que cría".

Esto es precisamente lo que piensa Alberto Marín, quien tiene un hijastro, Christian, de 16 años.

"Mi muchacho es igual que mis otros hijos", dijo.

Pero al mismo tiempo Marín sabe que las familias ensambladas, aquellas que se forman por personas separadas y con hijos que vuelven a armar una pareja con otras personas (en ocasiones también con hijos), enfrentan retos únicos. De hecho, la tasa de divorcio entre personas con un matrimonio previo es más alta que la de personas en su primer matrimonio.

Entre los retos más difíciles para las familias ensambladas está la educación de los hijos, dijo Rosa Martínez, encargada del proyecto en Wendover de Centro de la Familia de Utah, una organización sin fines de lucro dedicada a habilitar a los hispanos.

El currículo Smart Steps fue creado especialmente para fortalecer a las familias ensambladas, las cuales según los expertos serán el tipo de familia más común en los Estados Unidos en 2010, y fue ofrecido en la parroquia de San Felipe por Centro.

El P. Umaña dijo que el escuchar acerca del proyecto de Centro le entusiasmo mucho debido a que la mayoría de la comunidad en Wendover trabaja para los casinos. Él ha notado que el trabajo es extenuante y que afecta la relación familiar.

"Los jóvenes no se sienten atendidos por sus padres y a menudo recurren a amigos que les ofrecen drogas y alcohol", dijo el P. Umaña.

Además dijo que la comunidad en Wendover se encuentra muy aislada, lejos de recursos y ayuda.

Por eso, al presentársele la rara oportunidad de aprender cómo mejorar la relación con su esposa y sus hijos, Marín no vaciló en registrar a su familia en Smart Steps.

"Uno nunca termina de aprender. Crezco de los demás. Aprendo de mis errores y de los de otros", dijo.

Lo primero que Marín aprendió fue que lo primordial para llevar una vida familiar exitosa y satisfactoria es tener buena comunicación con su pareja.

"Motivamos los detalles entre la pareja, que se escriban notas, que no se guarden información, que sean muy claros", dijo Martínez.

El currículo también tocó el tema de los mitos que existen concerniente a las familias ensambladas. Por ejemplo, el que las madrastras son unas malvadas. Este mito es fácil de refutar, pero existen otros que no los son tanto. Algunos unen sus familias con la esperanza que se integrarán rápidamente. La verdad es que el proceso de integración toma alrededor de cuatro años o más especialmente si hay adolescentes en las familias.

"Generalmente los niños de 9 a 16 años de edad tienen más dificultad para aceptar la situación porque existen celos y muchos de ellos le siguen teniendo fidelidad a su otro padre", dijo Martínez.

El currículo además hizo que las parejas exploraran distintas maneras de llevar a cabo sus finanzas para evitar discusiones al respecto.

"Les decimos que pueden llevar las cuentas separadas o unidas, o crear un fondo de ahorros. No les decimos qué hacer sino que cualquier método puede funcionar. Nuestra labor es darles ejemplos de cómo lo pueden hacer", dijo Martínez.

Igualmente, se tocaron temas legales durante las sesiones.

"Si no hay adopción, el padrastro no puede sacar al niño de la escuela sin autorización del padre biológico. También, entre los padres biológicos, quien tiene al niño más frecuentemente tiene derecho a reclamar impuestos; no es cuestión de ponerse de acuerdo y decir, ‘Este año lo reclamas tú y el otro yo’", dijo Martínez, quien añadió que la mayoría de las personas que atendieron el programa no sabían muchas de las cuestiones legales referentes a la custodia de un hijo.

Otro aspecto muy importante para las familias ensambladas especialmente para la salud psicológica y emocional de los hijos es que los padres tengan una comunicación cordial con sus exparejas.

"Para la protección y salud del niño, se debe evitar hablar mal de la otra persona y no usar al niño como medio de comunicación. Se deben comunicar como adultos y tratar los temas con madurez", dijo Martínez.

Otra recomendación del currículo fue que el padre biológico es quien debe disciplinar a su hijo. "La pareja debe ponerse de acuerdo en qué medidas tomar. Después el padre del niño debe disciplinarlo, si no el niño se pondrá a la defensiva, comenzará a odiar al padrastro y a quererse ir de la casa", dijo Martínez.

El currículo consistió en seis sesiones a las que asistieron los matrimonios y sus hijos. Mientras los matrimonios tomaban una clase, los hijos tomaban otra clase similar. Al final de sus clases, las parejas y los hijos hacían una actividad juntos en la que pusieron en práctica la lección del día.

"Nos enfocamos muchísimo en la empatía para que los hijos también entiendan a sus papás", dijo Martínez.

Una de las actividades en las que las familias participaron consistió en pararse sobre unas huellas de zapatos que representaban a distintos miembros de la familia. Una vez que el participante se ponía en los zapatos de la otra persona se le preguntaba de qué manera manejaría determinada situación.

"¿Cuántas veces no nos vamos a juzgar y criticar y no nos ponemos en los zapatos de la otra persona?", dijo Martínez.

"Lo más importante, lo que más se necesita es el amor. El amor es la base para un buen desarrollo. Si no hay amor, el hijo crece inseguro, con una gran probabilidad de ser un fracaso", añadió.

Para más información acerca de los programas que Centro de la Familia de Utah ofrece en Wendover, Mount Pleasant, Providence, Honeyville, Genola y Salt Lake City comunicarse al 801-521-4473.

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