La 'Hostia Sangrante' en la Iglesia Católica de San Francisco Javier, Kearns, Utah

Friday, Dec. 18, 2015

Resumen de la Conclusión: 
En noviembre de 2015, se alegó que una hostia consagrada (la oblea de comunión) de la Iglesia de San Francisco Javier en Kearns, Utah, parecía estar sangrando.  Una investigación completa ha concluido que la hostia no sangraba, y que el cambio de apariencia de la hostia se debía al moho de pan rojo.  La hostia consagrada ha sido desecha de una forma reverente, como es requerido.

El trabajo del comité de investigación procedió de la siguiente manera:
Durante el fin de semana del 14-15 de noviembre, en la Iglesia de San Francisco Javier en Kearns, Utah, se alegaba que una hostia consagrada  una semana antes, en la Misa de 1:30 p.m. del 8 de noviembre, parecía estar sangrando. La hostia fue exhibida públicamente en las Misas de la parroquia.  A raíz de la conmoción generada por la exhibición prematura e imprudente y por la veneración de la hostia,  el Monseñor Colin F. Bircumshaw, Administrador Diocesano de la Diócesis de Salt Lake City nombró un comité ad hoc para investigar el asunto el 19 de noviembre de 2015.  Este comité ad hoc lo componen personas con experiencia en Teología Católica, Derecho Canónico, biología molecular y vida ministerial.

El comité tomó cuidadosamente en consideración todos los eventos reportados por el Reverendo Eugenio Yarce, párroco de la Iglesia San Francisco Javier en Kearns, Utah, y las muchas narraciones ofrecidas por los feligreses.  Un elemento crucial de estos eventos es el hecho de que la hostia en cuestión quedó descuidada y sin vigilancia en un plato con agua aproximadamente desde el 8 al 14 de noviembre de 2015.

De manera expedita pero cuidadosa, el comité obtuvo los servicios de un científico competente y creíble para que efectuara pruebas controladas de la hostia.  Se tomó sumo cuidado para asegurar el manejo reverente de la hostia consagrada durante los exámenes científicos.  Tras finalizar los exámenes señalados, el científico, con la asistencia de un observador anónimo, concluyó que el cambio observado en la hostia puede ser satisfactoria y concluyentemente explicado por  causas naturales, es decir, el desarrollo de lo que es comúnmente conocido como “ moho de pan rojo”, o bacteria roja, mejor referido como Neurospora cressa o Serratia marcenscens.

Debido a la exhibición pública de la hostia, un número de reportes, junto con fotografías digitales y videos, empezaron rápidamente a circular tanto en los medios de comunicaciones locales como nacionales.  Como era de esperarse, estos reportes conllevaron a especulaciones impetuosas sobre lo que causó el cambio de color de la hostia.

En la historia de la Iglesia, por medio de la Divina Providencia, han sucedido milagros.  El mero propósito de un milagro es resaltar el bien.  Las falsas apelaciones de milagros, por otro lado, causan daño a los creyentes y perjudican la credibilidad de la Iglesia.  Sin descartar la posibilidad de los milagros, el entender el daño potencial de saltar precipitadamente a conclusiones debe conllevar a todos los creyentes, tanto a laicos y clero por igual, a actuar con mucha prudencia.  Se requiere la dirección de autoridades eclesiásticas competentes cuando afrontamos fenómenos como los reportados en la Parroquia de San Francisco Javier el mes pasado.

La Iglesia presume que la mayoría de las situaciones que parecen ser fenómenos extraordinarios son en realidad el resultado de causas naturales.  Es por esto que la Iglesia establece un tribunal examinador para probar un milagro muy grande.  En dichos casos, la Iglesia emprende una examinación exhaustiva y sin prejuicios de los eventos que parecen ser milagrosos.  Si después de una completa investigación, el fenómeno determinado puede ser explicado satisfactoria y concluyentemente en términos naturales, entonces una causa directamente supernatural quedaría descartada.  La presunta “hostia sangrante” de la Parroquia de San Francisco Javier se describe como un fenómeno natural.

Después de una completa investigación, el comité ad hoc concluye, por unanimidad, que el cambio observado en la hostia no fue milagroso sino que fue el resultado del desarrollo de moho de pan rojo.  Además, el comité ad hoc determinó la necesidad de establecer protocolos apropiados para el clero de cómo tratar situaciones como éstas en el futuro. Los Católicos deben tomar esta oportunidad para renovar su fe y devoción en el gran milagro de la Presencia Real de Cristo que se realiza en cada Eucaristía.
Reverendo Monseñor M. Francis
Mannion
Presidente del Comité de
 Investigación Ad Hoc 

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