Obispo Solis durante la Misa Crismal: ‘Oremos por nuestros sacerdotes'

IC Foto/Marie Mischel

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Durante su Homilía durante la Misa Crismal celebrada el 21 de marzo en la Catedral de la Magdalena, el Obispo Oscar A. Solis le pidió a los asistentes orar por los sacerdotes diocesanos.

Traducción: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY — La Misa Crismal, celebrada el 21 de marzo, llenó la Catedral de asistentes para la celebración anual en donde los sacerdotes de la diócesis renuevan sus votos, se bendicen los Santos Óleos y se consagra el Santo Crisma.

A la Misa asistieron los sacerdotes diocesanos , varios diáconos, mujeres religiosas que realizan ministerio en Utah,  así como miembros del laicado.

El diácono Gerardo Marrufo y el diácono Tom Devereux presentaron el Óleo para los Enfermos y el Óleo para los Catecúmenos; el diácono Bernardo Villar presentó el Óleo Crismal para su consagración.

Al comienzo de su Homilía, la cual ofreció tanto en inglés como en español, el Obispo Oscar A. Solis les pidió a los sacerdotes ponerse de pie.

“Mis queridos amigos, estos son los ministros y siervos de Dios, reunidos por nosotros el Pueblo de Dios para compartir la Buena Nueva,” dijo el obispo. “Ellos han dado sus vidas, dejado sus hogares para estar con ustedes. Este es un día especial para ellos. No solo les ofrecemos nuestras oraciones, sino nuestras más sinceras felicitaciones por el maravilloso trabajo que realizan en nuestra diócesis.”

Después de que la congregación ofreciera un caluroso saludo para los sacerdotes el Obispo continuó con la explicación de lo que es la Misa Crismal como una ocasión para que el clero renueve sus votos y compromisos con el Pueblo de Dios. Esta ocasión le trajo recuerdos sobre la ordenación sacerdotal en donde “somos ungidos para llevar el Óleo de la alegría al Pueblo a través de los Sacramentos y la proclamación del Evangelio,” dijo el Obispo.

Durante la celebración se bendicen los Óleos para los enfermos y el Óleo para los catecúmenos, el cual es distribuido a todas las parroquias y misiones de la diócesis para ser utilizado durante los Sacramentos del Bautismo y Unción de los Enfermos.

El Santo Crisma, una mezcla de aceite de oliva y bálsamo, es consagrado; este es usado para los Sacramentos del Bautismo, Conformación y Santas Órdenes, así como para la dedicación de Iglesias y Altares.

Los sacerdotes que concelebran la Misa con el Obispo son “testigos y operadores en la bendición del Óleo Sagrado y la Consagración del Crisma por el Obispo, los comparten con el digno oficio de edificar la Iglesia y santificar al Pueblo de Dios,” dijo el obispo Solis.

“La Misa Crismal nos recuerda que como ministros de la Iglesia debemos vivir nuestra vocación auténticamente con fidelidad y entusiasmo para Gloria de Dios y salvación de Su Pueblo,” dijo el Obispo.

Las lecturas de la Misa Isaías 61:1-3a, 6a, 8b-9, Revelaciones 1:5-8 y Lucas  4:16-21 “claramente nos indican nuestra misión que es llevar la Buena Nueva al mundo... San Lucas en el Evangelio nos dice que ungidos por el Espíritu Santo hemos de proclamar un año de Gracia, libertad para los cautivos y vista para los ciegos. El Libro del profeta Isaías también habla de vendar los corazones destrozados y llevar consuelo a los enfermos y esperanza y esfuerzos a los que lloran, y están abatidos. Nuestro Papa Francisco nos desafía a salir de nuestras zonas de confort, de las oficinas parroquiales y rectorías para ir a las periferias y ayudar a los mas necesitados a encontrar el amor y la presencia del Señor en sus vidas. Les pido que lleven los Santos Óleos a sus comunidades parroquiales como una expresión del amor de Dios y de la misericordia divina hacia su Pueblo. El mayor reto que enfrentamos estos días es que los Cristianos no dan testimonio el amor y misericordia de Dios en sus vidas y en nuestro mundo por lo tato renovemos no solo nuestros votos sino también nuestros corazones para que palpiten con el amor de Cristo.”

Es en esos tiempos difíciles que “siempre existe la esperanza en Dios así es que permanezcamos comprometidos con nuestra vocación como Pueblo de Dios y somo pastores de almas,” dijo el Obispo. “Oremos por nuestros sacerdotes, para que Dios los bendiga con fortaleza y perseverancia en su misión, y para el laicado, para que continúen apoyando y colaborando con sus sacerdotes, Por favor , recen por nuestro sacerdotes recen por nuestros diáconos, recen por nuestros hombres y mujeres religiosos. Sin ellos, so sé que sería de nuestra Iglesia.”

El Obispo Solis ánimo al laicado a orar por ellos “por el Pueblo de Dios, para que permanezca abierto ante la Gracia de Dios en sus vidas, para que construyamos una civilización y reino de amor, justicia y paz en el mundo.”

El Obispo también le [ido a los presentes orar por él para “que a pesar de que no me lo merezco, me encuentren como su humilde pastor fiel al ministerio que Dios me ha confiado para construir al Pueblo de Dios m llevando almas al cielo, para que encuentren a Dios en lo que hago y digo.”

Al término de la Misa el Obispo Solis agradeció a la congregación por asistir a la Misa Crismal. “Estamos muy agradecidos de que el Pueblo de Dios aquí en Utah se haya hoy reunido aquí,” dijo el obispo. “Si se fijan esto es una manifestación de lo hermosa que es nuestra Iglesia.”