Reflexión por el Año de la Misericordia

Friday, Jun. 10, 2016

Como estudiante del último año de la preparatoria en la preparatoria católica de Juan Diego, se me pidio que realizara una reflexión acerca de mi vida espiritual durante el tiempo en la escuela. Fui bautizado Católico. Actualmente practico mi cristianidad. Mi mamá fue Católica por toda su vida y mi papá fue cristiano, nunca les importo mucho la religión.

Para ellos era cuestión de una relación personal con Dios.

Creo que la primer  experiencia de varias personas con la fe frecuentemente es influenciada por sus padres, pero conforme vamos creciendo nos volvemos mas independientes y tomamos desiciones de lo que queremos creer y lo que no.

Mi más reciente experiencia fue con un proyecto de servicio. Trabajé con niños con discapacidaes multiples en la escuela Kauri Sue Hamilton. Esto me dió la oportunidad de darlesel amor y cuidado qu ecada ser humano necesita y merece. Me enseñó la gran bendición que tengo al poder asistir una escuela en donde tengo la oportunidad de meterme completamente en una situación no tan confortable para ser una mejor persona. Me ayudó a crecer más fuerte en mi fe. Ver a través de los ojos de esos niños quienes sólo querían ser abrazados, apoyados y amados. En esos niños encontre a Dios en una forma más de sorprendente gracia.

He sido extremadamente bendecido al haber recibido la oportunidad de aisistir a Juan Diego. Crecer y llegar a ser un adulto es dificil. Hacerlo solo sería aún más difícil, pero y no estoy solo. Estoy creciendo con Dios y es realmente maravilloso el contar con todauna comunidad que apoyan justamente eso.

 Justin Sherrell

Preparatoria Católica de Juan Diego

(Nota editorial: Esta reflexión fue extraida de una presentación que  Sherrell realizó durante el almuerzo del Salt Lake Interfaith Roundtable.)