Reflexión por el Año de la Misericordia

Friday, Jan. 22, 2016

El Año de la Misericordia es una invitación - una invitación a amar, a la bondad y a la generosidad desinteresada. El Papa Francisco nos ofrece la oportunidad de encontrarnos con la infinita Misericordia de Dios. Encontrar la Misericordia es encontrar a Dios. Puede transformar tu vida, tus relaciones, tu trabajo y tu habilidad de experimentar la vida. Y ser una nueva persona con una nueva manera de pensar, que todas tus actividades serán así para la construcción del Reino de Dios.

Lo mejor que puedes hacer como Católico en este Año de la Misericordia es ir a confesarte y ser reconciliado con tus hermanos y hermanas y con Dios, tratando de estar en paz en tus relaciones con Dios y con tu amigos. Tratando de caminar diariamente en presencia de Dios siendo más compasivos y cariñosos, siendo hombres y mujeres de fe.

Examinemos nuestras conciencias y veamos si hemos o no sido fieles a nuestro Bautismo.

El Papa Francisco nos llama a ser más conscientes de los pobres, de los refugiados, de lso encarcelados y de los necesitados; ahora se no pide ser más como Cristo, más simples, más pobres y más compasivos.

Es un tiempo de gracia en el cual se les ha pedido a los fieles dedicar tiempo y hacer esfuerzos para el mencionado tema del Año. Estoy seguro que muchos de ustedes tal vez dirán “he sido una buena persona, fiel al Señor, practicando mi fe. Amo mi Iglesia, siempre he sido justo con todas las personas - ahora se me pide ir aún mas allá siendo misericordioso”.

Siendo no todo perfecto; pareciese que todos estamos en problemas. No puede ser lo mismo y lo usual en este año de la Misericordia.

Gracias Papa Francisco, por ayudarnos y guiarnos para ser a imagen y semejanza del mismo Cristo.

Monseñor Joubran BouMerhi

Párroco de la Iglesia Católica de St. Jude Maronite