Una llamada a la puerta conduce a 56 años de matrimonio

Friday, Jan. 19, 2024

Traducción: Laura Vallejo 

MURRAY — Hace cincuenta y siete años  Jack Hale  se sintió muy delusionado con la muchacha con la que salía; ella era miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días y Hale un Católico de nacimiento realmente deseaba formar una familia con una mujer Católica. 

Sin saber en dónde encontrar a su verdadero amor, “le dije a Dios  que iba a tocar la puerta, que iba  a buscar y si no encontraba, le iba a dejar por la paz,” recordó. 

Justo después de su oración se sintió inspirado y  decidió mirar el boletín de su parroquia St. Ambrose en Salt Lake City, algo que nunca había hecho. Allí encontró una propaganda sobre un grupo de discusión  de una universidad Católica. Esto le sonó interesante así es que decidió ir al lugar y hora señalada. Su ahora esposa Taffy fue la persona que le abrió la puerta. 

Eso no fue amor a primera vista. Jack era solo una de las nuevas personas que asistían al grupo esa noche y no le causo impacto a Taffy. Fue cuando el párroco de ese entonces el padre Philip Dankin les pidió a ambos ser chaperones de una liga juvenil Católica. Nueve meses después haberse conocido el 10 de junio de 1967 se casaron en la parroquia de St. Ambrose. 

Al paso de los nos juntos han vencido los varios retos que se les han presentado. Uno de ellos fue cuando Taffy le tuvo que decir a Jack que ella era un individuo y no iba a ser su secretaria. 

“Creo que uno de los más grandes retos que vencimos es que Jack quería que yo fuese como él,” dijo Taffy. “Él quería que yo fuese la versión femenina de él, y yo debía ser como su secretaria personal. Fue algo muy sorprendente para el cuándo le dije que yo no quería ser como él, que yo quería ser yo.” 

Sobrepasando eso y otras cosas comenzaron a crear una vida juntos. 

“Me di cuenta de que no podía manejar a esta dama,” dijo Jack. “De alguna manern acepté a esta hermosa creatura que el Señor me había enviado. Quería estar siempre con ella.” 

Su fe ha sido una parte intrínseca de la relación de los Hale. Orar e ir a Misa juntos ha sido algo particularmente importante para ellos. 

“Aprendimos a orar juntos, y creo que eso ha tenido un muy buen impacto en nuestro matrimonio,” dijo Jack. 

Taffy dijo que el orar solos también ha sido esencial. “En cada matrimonio siempre existen puntos ciegos, algunos serios. Nosotros los hemos tenido, he tenido que orar no solo junto a Jack sino sola, hablando con Dios acerca de las situaciones.” 

Al principio la pareja participo en el Encuentro Matrimonial, lo cual les dio una guía para su relación. 

“Eso fue lo que hizo que el rompecabezas de nuestro matrimonio se uniera,” dijo Taffy. 

Ellos  sirvieron como equipo del Encuentro Matrimonial hasta que la crianza de sus cuatro hijos les acaparo ese tiempo. Cuando sus hijos crecieron, volvieron a ser líderes para el Encuentro de Comprometidos ministerio en el que han servido por 30 años. 

“Esos dos ministerios nos han mantenido enfocados en la santidad del matrimonio,” dijo Taffy. 

“Ambos impusieron en nosotros que el amor es una elección, no una emoción,” dijo Jack. “Nos dimos cuenta de que la decisión de amar no significa que siempre todo va a salir a mi manera. Es la realización de que amor es lo que es mejor para la otra persona. Así es que trabajamos en ello.” 

Jack dijo que nunca hubiese pensado que en los 56 años de su matrimonio ambos han aprendido a confiar y respetarse de una manera tan profunda . “Ambos hemos tenido que ganarnos el respeto y lo logramos siguiendo las enseñanzas de Cristo.” 

Los Hale aconsejan a las parejas a ir despacio al considerar el divorcio aun en los tiempos más difíciles. 

“Cuando uno se enamora está en su punto más alto, después se comienzan a conocer mejor y se comienza a caer esa ilusión de Jack y se comienza a ver al verdadero Jack. Entonces pasó al amor,” dijo Taffy. “Entre más se acerca uno al amor la ilusión se cae más y más así es que juntos deben de trabajar . Ambos tuvimos que comprometernos a  trabajar en los problemas.”